Aquí va todo el pueblo de Chile
aquí va la Unidad Popular
campesino, estudiante y obrero
compañeros de nuestro cantar.
aquí va la Unidad Popular
campesino, estudiante y obrero
compañeros de nuestro cantar.
Han transcurrido
43 años desde aquella histórica noche del 4 de septiembre de 1970 cuando, desde
los balcones de la FECH (Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile),
el Compañero Presidente Salvador Allende anunciase al pueblo su victoria en las
elecciones presidenciales.
La trágica
derrota de la vía chilena al socialismo que propugnaba la Unidad
Popular, que implicaba la transición a una patria socialista por la vía
político-electoral, la muerte sin entregarse ni claudicar del compañero
Allende, el exterminio y represión de militantes, ayudistas, simpatizantes y
dirigentes del campo popular que se inició a partir del Golpe Militar y la
profunda contrarrevolución que le seguiría, nos traen a la memoria imágenes
oscuras y de sufrimiento, que muchas veces nos hacen olvidar toda la alegría y
las esperanzas de un pueblo y de su Presidente que entregó su vida por un Chile
justo, que con valentía enfrentó sin miedo al capital criollo y
transnacional y al imperialismo yanqui para entregarle al pueblo pobre sus
derechos por siglos negados.
Es cierto que la
Unidad Popular enfrascada en sus propias contradicciones reformistas tuvo
desaciertos y errores, como la subestimación del accionar sedicioso de los
Estados Unidos, la incorrecta apreciación del papel reaccionario, antipopular y
proimperialista de las Fuerzas Armadas, la errónea visión acerca del supuesto
carácter democrático de la burguesía, el apego a la legalidad de la vieja
dominación y el intento de contener el desarrollo del Poder Popular y la acción
directa de las masas y de sus organizaciones de vanguardia. Errores o desaciertos
sobre los que debemos debatir, analizar y sacar lecciones para las batallas
futuras, pero que no le quitan valor a la experiencia y contribución histórica
de la Unidad Popular y a la necesidad de reivindicarla como parte esencial del
aprendizaje en el proceso revolucionario que queremos construir; pues sin mirar
el pasado jamás podremos construir un mejor futuro.
A 43 años del
triunfo del Compañero Presidente Salvador Allende reivindicamos la valentía de
un Presidente digno, coherente con sus principios y leal hasta el final con el
Pueblo. Un Presidente y un Gobierno que enfrentó a los grandes monopolios y
capitales nacionalizando la banca, el cobre y el comercio exterior, expandiendo
la reforma agraria y entregando las industrias al control de los propios
trabajadores. Un Gobierno que amplió las libertades democráticas y luchó por
los derechos sociales del Pueblo, con medidas que permitieron reducir a un
mínimo histórico el costo de la universidad, construir la mayor cantidad de metros cuadrados que han
conocido las viviendas sociales, garantizar un litro diario de leche a cada
niño de su país, entre otros beneficios para el pueblo.
Bajo el gobierno
de Salvador Allende por primera vez nuestro país tuvo una política nacional
soberana e independiente, solidarizando con los pueblos en luchas de liberación
nacional y social en el Tercer Mundo, con la revolución Cubana y con
combatientes internacionalistas
latinoamericanos argentinos, venezolanos, argentinos, uruguayos,
brasileños, que encontraron en nuestra patria un espacio libre de la
persecución que sufrían en sus países. La propuesta de la Unidad Popular fue
tan soberana y rebelde que el hecho mismo de intentar llevar a cabo una
revolución pacifica, la “vía chilena al socialismo” (mas allá de si fue
acertada o no), demuestra el carácter insumiso, la creación heroica, de una
propuesta que no se sometió a los esquemas ni a los manuales y que ha sido
ejemplo para los pueblos latinoamericanos que hoy día avanzan por los caminos
de liberación.
Si bien es
cierto que el Compañero Presidente Salvador Allende llegó al Gobierno a través
de las urnas, esto fue resultado de décadas de luchas de un movimiento popular
que a partir de la victoria el 4
septiembre, adquiere un impulso que convertirá a los siempre marginados,
a los invisibilizados y excluidos por el sistema, a los nunca tomados en
cuenta, a ser los protagonistas y forjadores de su propia historia. Fue la
Unidad Popular la oportunidad para que campesinos, pobladores, trabajadores,
estudiantes y soldados dinamizarán sus luchas, elevarán sus niveles de
conciencia y de organización desarrollando su propio poder, el Poder Popular ,
y construirán entre todos un sueño de justicia, de igualdad, de solidaridad, de
libertad, de una mejor vida.
Son estos sueños
aún vigentes y pendientes, es esta esperanza, es la valentía de un Presidente y
de su Gobierno, así como la alegría, los cantos y la rebeldía de un Pueblo, los
que reivindicamos este 4 de septiembre a 43 años del triunfo de la Unidad
Popular, con Allende más vivo que nunca en los y las que luchan.
Viva Salvador
Allende!!
Viva la Unidad Popular!!
Viva el Poder Popular!!
Colectivo El Legado de Allende
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