miércoles, 11 de septiembre de 2013

Lecciones y desafíos a 40 años del Golpe Militar en Chile




A las 22 horas del 4 de septiembre de 1970 por primera vez en el mundo un candidato socialista llegó al gobierno a través de las urnas. Tres años más tarde, un violento Golpe Militar apoyado por los EstadosUnidos acabaría con el gobierno de la Unidad Popular encabezado por el compañero presidente Salvador Allende. A 40 años del Golpe de Estado, queremos recordar el proceso de la Unidad Popular, aprender de los aciertos y errores,de forma de sacar lecciones que nos permitan afrontar de mejor forma la construcción revolucionaria de los pueblos en Venezuela, Chile y el resto del continente.

Un proceso en el que se desarrollaron dos estrategias distintasde entender el enfrentamiento de clase y la instauración de un proyecto de sociedad distinta. Una, encarnada en el proyecto de la Unidad Popular y la “vía pacifica al socialismo”, que tenía su sustento en la política del P.C.U.S. de los Frentes Populares desarrollada en la década del 30, que suponía una alianza de cooperación de clases para desarrollar la estructura productiva, lo que llevaría por si misma al advenimiento del socialismo como etapa lógica del desarrollo social, como si las revoluciones fueran un factor natural producto del determinismo histórico. Y la otra, con fuerte inspiración en la Revolución Cubana y en la lucha de liberación nacional de los pueblos del Tercer Mundo, que sostenía que la única forma de conquistar el poder por parte del pueblo era mediante la lucha armada; tesis sostenida fundamentalmente por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y sectores del Partido Socialista.

El conjunto de organizaciones que llevan al triunfo al compañero Presidente, viene de una matriz ideológica heterogénea pero con puntos en común, como por el ejemplo, el exacerbado legalismo bajo la premisa que el cambio de la estructura de dominación se podría dar bajo los marcos legales de la burguesía impuestos bajo la constitución de 1925. Este énfasis en lo legal tuvo su correlato en una visión deformada de la historia de las fuerzas armadas, las que se categorizaron como neutrales y garantes del orden constitucional, olvidando las intervenciones militares durante la Guerra Civil de 1891, durante el periodo 1924-1932, los amotinamientos o intentos insurreccionales de diversas connotaciones políticas ocurridos en 1907, 1912, 1939, 1957 y 1969, todos episodios dentro de unas fuerzas armadas (y sobretodo dentro de un Ejército) que habían sido protagonistas en la represión al movimiento obrero y que siempre (salvo gloriosas excepciones) estuvo del lado dela clase dominante.

Sin embargo, por muchas críticas que se le puedan realizar a la “vía chilena al socialismo”, hay que reconocer que el gobierno de Salvador Allende fue un gobierno valiente, digno, con intenciones revolucionarias, que conquistó importantes avances para el pueblo. Nacionalizó el cobre (la principal riqueza del país), la banca y el comercio exterior, extendió la reforma agraria expropiando 4400 latifundios, se aumentóradicalmente el salario mínimo, entregó medio litro de leche diario a cada niño, se congelaron los precios de los alimentos básicos, se comenzó la construcción masiva de viviendas y escuelas, se intervinieron y requisaron 338 industrias donde los trabajadores pasaron a tener participación directa, entre otras medidas que le devolvieron la dignidad al pueblo y afectaron directamente los intereses del capital criollo e imperialista.

Frentes a estas medidas, la derecha chilena y los Estados Unidos comenzaron a aplicar una serie de accionespara desestabilizar al gobierno. La derecha desata el acaparamiento para crear y generalizar el desabastecimiento; a través de sus medios de comunicación, principalmente a través de El Mercurio y el canal 13 de la televisión, propiedad de la iglesia católica, se llevaría a cabo una guerra psicológica de desinformación y de generación de temor e inestabilidad; con el apoyo directo de la CIA se levanta en dos ocasiones paros camioneros apoyados por la patronal que buscarán paralizar la economía nacional, a lo que sumarán las movilizaciones que comenzarán a realizar las clases acomodadas; las bandas fascistasde Patria y Libertad desatan una oleada de atentados contra locales, bancos, torresde alta tensión (para afectar el abastecimiento eléctrico) y el sabotaje a oleoductos y al abastecimiento de combustible; estas mismas bandas apoyarían el levantamiento militar del coronel Souper en junio de 1973 y asesinarían al Edecán Naval del Presidente Salvador Allende, comandante Arturo Araya Peters. En tanto, el imperio Norteamericanofinanciará las acciones terroristas de la derecha en Chile, establecerá un bloqueo, embargará propiedades estatales, entre otras acciones que culminarán con su apoyo y participación encubierta en el Golpe Militar.

Manifestaciones civiles de la derecha, bandas fascistas, atentados al sector eléctrico y energético, desabastecimiento inducido, manipulación de la realidad por los medios de comunicación, todo apoyado por Estados Unidos. ¿Pareciera que estuviésemos hablando de Venezuela no?

El movimiento popular radicalizará las medidas del gobierno y responderá con lucha y organización a los ataques de la derecha. Frente al boicot económico y al paro de camioneros y de la patronal, se responderá aumentando la producción y extendiendo la toma de fábricas y fundos; frente al desabastecimiento, se multiplicará el abastecimiento directo a través delas JAP; a las manifestaciones dela derecha se le responderá con más movilización y organización por parte del pueblo. La respuesta del pueblo será el apoyo al gobierno y el desarrollo de su propio poder, el poder popular, expresado en los Cordones Industriales, Comandos Comunales, Consejos Campesinos, Juntas de Abastecimiento, comités de autodefensa, etc. Junto con esto, el impacto de la Unidad popular en las esperanzas y anhelos del pueblo harán que miles se integren a los partidos de izquierda, a tal punto que el Partido Comunista de Chile llegó a contar con cerca de 500 mil militantes (entre el Partido y las Juventudes) constituyéndose en el segundo Partido Comunista más grande de occidente, el Partido Socialista llegará a los 250 mil militantes y el MIR pasará de unos cuantos cientos a cerca de 15 militantes y 70 mil miembros en sus frentes intermedios.

A medida que crecen los niveles de conflictividad los sectores más reformistas dentro del gobierno tomarán una actitud vacilante, lo que le permitirá a la derecha recobrar la iniciativa. Hay cuatro hechos significativos en 1973 que marcarán el destino dela Unidad Popular. El primero de ellos fue en las elecciones legislativas de marzo la Unidad Popular obtiene el 43,4 % de los votos, más de los que obtuvo Allende como presidente (36%), lo que impide un derrocamiento vía constitucional e inclina la balanza hacia la opción golpista. El segundo, la intentona golpista del 26 de junio (Tancazo), que es contrarrestada por la movilización popular y los generales leales liderados por Carlos Prats. El triunfo del pueblo será celebrado con la movilización más grande de la historia de Chile, en donde el pueblo pedirá a gritos al presidente que disuelva el Congreso y se le entregue armas para defender al gobierno. Estas demandas serán desoídas y, por el contrario, se seguirá privilegiando el entendimiento con la Democracia Cristiana y se procederá a la devolución de empresas desocupadas por los trabajadores (lo que generará un fuerte conflicto con el poder popular). Un tercer hecho de significación, resultado del anterior, será la utilización por parte de los militares de la Ley de Control de Armas aprobada en 1972, que será aplicada exclusivamente en fábricas, poblaciones y locales deorganizaciones populares, obligando al desarme y reconfiguración de los sistemas de defensa del pueblo (como podría eventualmente ocurrir en Venezuela). Y, por último, un cuarto hecho degran significación fue la rebelión de cerca de 200 suboficiales de la Marina quienes denunciaron, en el mes de agosto, semanas antes del 11 de septiembre, el inminente golpe de Estado, siendo detenidos y torturados por sus propios compañeros de armas.

Las acciones dela derecha, más los errores de la propia izquierda, generarán las condiciones propicias para que se materialice el Golpe Militar sin mayores dificultades (salvo heroicas acciones de resistencia como las realizadas en La Moneda encabezadas por el propio Allende, Indumet, Tomas Moro, Neltume, La Legua, entre las más importantes), el mismo día en que Allende anunciaría la convocatoria a un plebiscito.

Lo que vendría tras el golpe sería una sangrienta contrarrevolución, que es una revolución en un sentido capitalista. Y es que debemos que entender que lo que sigue a un proceso revolucionario, no es una regresión pacífica y gradual a estados anteriores, sino que es una reformulación total del sistema que busca eliminar las bases de la revolución (humanas, ideológicas, culturales, organizativas, políticas, económicas, etc.) para instalar un nuevo tipo de capitalismo y de Estado. Que es precisamente lo que ocurrió en Chile, con la toma del poder real por parte de la fracciónmonopólico-financiera deuna burguesía aliada al capital trasnacional, que reemplazó en lo económico al modelo de acumulación capitalista basado en la sustitución de importaciones por otro de corte primario-exportador e impuso, en lo político-ideológico, a un neoliberalismo extremo (que antecedió al de Thatcher y Reagan) que sería posteriormente legalizado a través de una Constitución fraudulenta en 1980, que aún sigue imperando en el país. Las consecuencias de este modelo, que solo pudo imponerse a sangre y fuego, ha sido la construcción de una de las sociedad más desiguales del mundo, sin derechos sociales, con modelo político diseñado para negar la participación popular (democracia restringida y Estado Contrainsurgente); elementos que han sido profundizados por los gobiernos de la Concertación (hoy Nueva Mayoría) y de la derecha en las últimas dos décadas.

La experiencia de la Unidad Popular nos enseña que el Imperialismo y los dueños del poder y de la riqueza utilizarán todas las herramientas a su alcance para acabar con las conquistas revolucionarias. Es por esto que la gran lección que podemos extraer es que la tarea primordial de todo proceso revolucionario avanzar puño en alto materializando la consigna de revolucionarios chilenos: ¡Luchar, crear, el poder popular!. Un poder popular que debe desatarse, fortalecerse y saberse defender.

Colectivo El Legado de Allende

Legadodeallende.blogspot.com
Legado.allende@gmail.com







































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