lunes, 18 de noviembre de 2013

Natalicio del compañero Maximo Goméz



Máximo Gómez
(18/11/1836 - 17/06/1905)



Nació el 18 de noviembre de 1836 en Baní (República Dominicana). Hijo de Andrés Gómez y Guerrero y Clemencia Baéz y Pérez.

Aprendió a leer y a escribir en su casa, más tarde lo sigue educando su padrino, el cura Andrés Rosón. Éste quiso educar al niño para el sacerdocio, pero Máximo se alista en el ejército.

Soldado de los que peleaban con machete, sobre un caballo o a pie y hasta descalzo. A los 16 años Gómez se unió al ejército dominicano en la lucha contra las tropas haitianas alcanzó el grado de alférez. Tomó parte con las tropas anexionistas en la Guerra de Restauración Dominicana. Llegó a Cuba en 1865 como oficial del Ejército español y en 1868 se alista en el movimiento emancipador cubano. Sus dotes de mando y las victorias logradas le convirtieron en el jefe de las fuerzas revolucionarias hasta su dimisión en 1876.

En 1892 se une a José Martí, líder del Partido Revolucionario Cubano, con quien desembarcó en Cuba tras el grito de Baire (1895) que inició la guerra de la independencia de Cuba. Fue jefe militar de las fuerzas revolucionarias hasta el final de la guerra en 1898. Tras la expulsión de los españoles y la independencia de la isla, y depuesto del cargo por la Asamblea, apoyó la candidatura de Tomás Estrada Palma a las presidenciales de 1901.

Máximo Gómez murió el día 17 de junio de 1905 en La Habana.

jueves, 14 de noviembre de 2013

POLICARPA SALAVARRIETA (COLOMBIA)


 



 Policarpa Salavarrieta es sin duda la heroína más conocida y popular para los colombianos. Representa la otra imagen femenina, casi opuesta a la tradicional: la mujer luchadora, activa, valiente. Es la única figura femenina que acude de inmediato a la memoria del período de la Independencia, aunque sabemos que fueron muchas las mujeres que sufrieron el mismo final, y muchas, también las que participaron activamente y de diferentes maneras en las luchas patriotas.
  A pesar de su popularidad, poco sabemos de su vida. Buena parte de la información es supuesta, aunque ha sido divulgada como certera, y paradójicamente solo tenemos conocimiento bien documentado de sus últimos días, antes de su trágica muerte. La fecha y lugar de su nacimiento uno su nombre, son hasta ahora lucubraciones. La referencia más divulgada es que nació en el municipio de Guaduas, Cundinamarca, entre 1790 y 1796, y que su nombre fue Policarpa. Pero, en realidad, ningún dato ha podido ser comprobado. Rafael Pombo afirmó que había nacido en Mariquita y José Caicedo Rojas, que en Bogotá. Otros como José María Samper, Pedro María Ibáñez y estudiosos como Eduardo Posada, José María Restrepo Sáenz, Enrique Ortega Ricaurte o A. Hincapié afirman con vehemencia que fue en Guaduas donde nació Policarpa.
  Su nacimiento lo podemos precisar a través de las fechas de nacimiento de sus hermanos, de los cuales curiosamente si tenemos información. Según el tomo XII del Boletín de Historia y Antigüedades, sus hermanos fueron: María Ignacia Clara, nacida en la parroquia de San Miguel de Guaduas el 12 de agosto de 1789; Eduardo, el 3 de noviembre de 1792, en la misma ciudad (ambos murieron en la infancia); Caterina, nacida en Guaduas en 1791; José María de los Angeles, bautizado en Guaduas el 12 de agosto de 1790; Manuel, el 26 de mayo de 1796 en Guaduas (ambos optaron por la carrera religiosa); Ramón, confirmado en Bogotá en 1800; Francisco Antonio, bautizado en la parroquia de Santa Bárbara, el 26 de septiembre de 1798; y Bibiano, en Bogotá, en 1801. Policarpa nació entre sus hermanos religiosos, así que sus fechas de nacimiento pueden estar entre 1791 y 1796. Pareciera que por estos años la familia de la Pola vivía en Guaduas y que posteriormente se trasladó a Bogotá, aunque no sabemos si antes habitó en alguna otra población.
  Su nombre también ofrece muchas dudas. Su padre la llama Polonia al otorgar el poder de testar, y con ese mismo nombre la hace figurar el presbítero Salvador Contreras al formalizar tal testamento el 13 de diciembre de 1802. Su hermano Bibiano, el más cercano en afectos, la llamaba Policarpa, como también Andrea Ricaurte de Lozano, en cuya casa vivió y fue reducida a prisión, y Ambrosio Almeyda, quien conspiró con ella y recibió su protección. En su falso pasaporte, expedido en 1817, se la denomina Gregoria Apolinaria. Contemporáneos suyos, como Almeyda, José Caballero y José Hilario López la llamaban simplemente la Pola. Sin embargo, Policarpa fue el nombre con que se dio a conocer y es el que hoy perdura.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Una bola de cristal para asomarnos a nuestro futuro.





Acabo de volver de Chile y traigo el alma encogida porque pienso que vi la Galicia de dentro de unos años, y probablemente también el fututo cercano del resto del estado y de los países del sur de Europa.
Comentaba la gente con la que estuve que, en estos últimos años, el afianzamiento del sistema neoliberal en su país tuvo su grado máximo, de una forma mucho más voraz y “exitosa” que en ninguna otra zona de Sudamérica; y que probablemente el miedo que quedó impreso en la gente tras la dictadura, influyó para que ese proceso se diera más rápido y con mayor facilidad que en los otros estados de su entorno.

Ya hace años que se vende a Chile como el país más desarrollado de Sudamérica, incluso se dice que es el más “europeo”, pero ¿que significa esto?

La educación pública es casi inexistente y la poca que queda disminuye en calidad a base de no dotarla del presupuesto necesario; en Santiago, pero también en el resto del país, hay un montón de universidades privadas distintas, la mayor parte de ellas de quien puede llevar adelante un proyecto de esa magnitud: derecha capitalista, iglesia, opus...

En este lado del Atlántico, cualquiera de nosotras que esté estudiando o tenga una hija o un hijo en esa tesitura o bien que trabaje en el ámbito de la educación, está viendo que las directrices que nos vienen impuestas desde Europa y que nuestros gobiernos tratan de llevar a cabo a conciencia, van por este camino más pronto que tarde, si no somos quien de pararlo.

Y que decir de la sanidad? Un país donde nunca disfrutaron de un sistema de garantías sanitarias universales, en el que la privatización ya está más que asentada, debe parecerles el paraíso futuro a nuestros gobernantes actuales y a sus amos de la troika.

En Chile la megaminería campa por sus respetos por todo el país destrozando todo cuanto espacio natural todavía les quedaba y utiliza cantidades enormes de agua, lo que ya está generando verdaderos problemas de abastecimiento, y la que devuelve la escupe contaminada. En Galicia no somos ajenos a esta problemática, que lejos de disminuir está amenazando cada día más nuestro territorio.

El gobierno de Chile le tiene aplicada la ley antiterrorista al pueblo Mapuche por luchar por su forma de vida, su cultura, su lengua, la autodeterminación como pueblo, y naturalmente sus tierras, que resultaron ser muy suculentas para las grandes empresas madereras que las tienen sembradas de eucaliptos (¿nos suena de algo?); de modo que el expolio histórico al que fueron sometidos, lejos de disminuir, aumenta con violencia directa contra las persoas y sus bienes, acoso continuo por parte de las fuerzas policiales, encarcelamientos, sobre todo de líderes, matanzas, y un estado de sitio en las comunidades que incluye presencia policial masiva, cámaras de vigilancia y abusos continuados.

En Galicia acaban de aplicarles penas de entre 10 y 18 años de prisión a 4 personas acusadas de terrorismo, en un juício que deja muchas dudas y resquemores. De aquí a que estemos todas sometidas a la ley antiterrorista, con ilegalización de grupos, partidos o lo que se tercie... sólo va un paso.

En todo esto es muy importante la represión del contra-discurso crítico y de las movilizaciones sociales. Pude comprobar personalmente la acción represiva sistemática que se aplica en las manifestaciones en la capital, Santiago; hecho del que también encontramos un paralelismo indiscutible en las últimas manifestaciones y protestas en Madrid y otras ciudades del estado español.

Otra parte importante de todo este entramado es la mentira mediática. Miremos donde miremos encontraremos noticias que ponen a Chile como el ejemplo a seguir, de la misma forma que nos venden todas las medidas que están aplicando a este lado del charco como necesarias y buenas para salir de esta supuesta crisis con la que nos estafan.
Hace unos días, cuando estaba recién llegada, me encontré con una noticia de El País que enlaza a la perfección todo esto, animando a nuestros jóvenes con estudios y buena formación a expatriarse a Chile. Ahora ya no se dice emigrar, no vaya a ser que se note de que estamos hablando... Y, por supuesto, el artículo alaba las oportunidades que ofrecen los sectores minero y enegxético, entre otras lindezas, además de presentar un panorama mentiroso, sin pobreza ni exclusión, y que parece querer desmentir las palabras con las que prácticamente empieza el propio artículo: “Me siguen impactando las desigualdades sociales y salariales, que son más abruptas que en España. Cuesta acostumbrarse también a los sistemas sanitarios y educativos privados, difíciles de concebir cuando has crecido pensando que eso son derechos y no privilegios”.

Lucía (Galiza)

sábado, 9 de noviembre de 2013

Revolución de Noviembre de 1918


 
Se conoce como Revolución de Noviembre a la serie de revueltas civiles que se propagó por toda Alemania desde noviembre de 1918 hasta mayo de 1919, al final de la Primera Guerra Mundial, y que provocó la caida del Emperador Guillermo II. Esta revolución alemana de 1918 - 1919 culminó con el establecimiento de la Constitución y República de Weimar en agosto de 1919. En este conflicto civil, hubo dos grupos antagónicos que tuvieron un papel preponderante: 1) la Liga Espartaquista, constituida por grupos armados marxistas y anarquistas, cuyo objetivo era tomar el poder en Alemania por la fuerza y establecer un régimen comunista, satélite del gobierno bolchevique ruso; 2) los Freikorps, grupos nacionalistas constituidos por combatientes de la trincheras de la Gran Guerra, cuyo objetivo era evitar que los comunistas tomasen el poder por la fuerza.

La Revolución de Noviembre de 1918 comenzó con un motín de marineros de la marina de guerra alemana, en los puertos de Wilhelmhaven y Kiel. Estos se negaban a maniobrar para sacar la flota al Mar del Norte para librar una última batalla contra la flota inglesa. Debido a la gran tensión político-social que reinaba en Alemania hacia finales de la guerra, esta revelión de los marineros provocó grandes revueltas callejeras que se progaron en pocos días por toda Alemania y forzó la abdicación del Kaiser Guillermo II el 9 de noviembre de 1918, instaurandose una república de caracter transitorio hasta la redacción de una constitución republicana. Sin embargo, más alzamientos civiles atizados por la Liga Espartaquista se extendío por toda la nación y se caracterizaron por su extrema violencia. En Munich, el 6 de abril de 1919, los comunistas tomaron el gobierno de Bavaria por la fuerza y declararon una república bolchevique.

La oportuna y heroica intervención de los Freikorps hizo posible la liberación de Bavaria de manos marxistas. Apoyados por el partido Social Demócrata, la clase media e industriales, los grupos nacionalistas (oficiales y suboficiales del Ejército Alemán) continuaron la ofensiva contra los extremistas de izquierda. Para mayo de 1919, la Revolución de Noviembre había culminado y Alemania había sido pacificada. En agosto de ese año se instaura la Républica de Weimar, bajo la Constitución de Weimar, que había sido redactada y aprobada entre febrero y el 11 de agosto de 1919 en la ciudad de Weimar.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Conmemoración de Carlos Fonseca.





A 37 años de la muerte de uno de los fundadores y líder histórico del sandinismo, Carlos Fonseca Amador (8 de noviembre de 1976), a modo de homenaje compartimos, una breve reseña de su vida. 
 
Nació el 23 de junio de 1936 en la ciudad de Matagalpa. En 1950 matricula en el Instituto Nacional del Norte, donde empezó a desarrollar su conciencia revolucionaria y participa en la creación del Primer Comité Estudiantil de este colegio, vinculado con el débil movimiento obrero y con las escasas células marxistas de esa época.
 En 1955 ingresa en el Partido Socialista y matricula Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN).
Participa en el periódico El Universitario, que se distingue por su denuncia al imperialismo, convirtiéndose en un dirigente universitario.
Al siguiente año, y debido al ajusticiamiento de Anastasio Somoza García por Rigoberto López Pérez, se desata una represión que le llevó a conocer por vez primera la cárcel.
Al salir es trasladado a Costa Rica; de allí viaja como delegado a la URSS para asistir al VI Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad, celebrado en Moscú y al VI Congreso de la Federación Mundial de la Juventud Democrática, realizado en Kiev, en el verano de 1957.
De regreso a Nicaragua es detenido y torturado. Al salir de la cárcel escribe Un nicaragüense en Moscú, donde recoge sus experiencias en este país.
Por sus actividades revolucionarias antisomocistas es expulsado en el 58, exilándose en Guatemala. Viaja a Cuba, donde continúa su formación política. Con la presencia de la Revolución cubana hay un resurgimiento de la lucha contra la tiranía somocista en forma guerrillera.
Durante la preparación de una invasión armada desde Honduras, junto con otros 53 compañeros, fueron cercados y de ese enfrentamiento sale con un balazo que le atravesó el tórax. Fue trasladado a la Habana y después de esa experiencia concluye que la lucha armada es el único camino que puede conducir a un cambio revolucionario en su país.
Vuelve a Nicaragua en 1960. Desarrolla una intensa actividad que cristaliza al siguiente año con la Fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), organización independiente que prepara la lucha armada en Nicaragua.
Se dedica íntegramente al trabajo político, organizativo y militar hasta el año 64 en que cae preso durante seis meses. En el juicio se quitó la camisa y enseñando las cicatrices dijo: Así me he ganado el derecho de hablar en Nicaragua… Yo acuso a los Somoza de ser asesinos.
Estando en prisión escribe Desde la cárcel yo acuso a la dictadura. Deportado a Guatemala y después de variadas peripecias, regresa al país en 1966 siendo secretario general del FSLN.
Es detenido en Costa Rica y con posterioridad se establece en Cuba desde el 72 al 75, donde perfeccionó sus conocimientos, escribió artículos y recopiló sus experiencias.
Regresa a Nicaragua, donde cae en combate el 8 de noviembre de 1976.



Venezuela: La toma de Puerto Cabello







 Este 8 de Noviembre celebramos 190 años, de haber terminado definitivamente con el último reducto de los realistas en el país. Se trata de aquel heroico día de La Toma de Puerto Cabello, cuando en el año de 1823; José Antonio Páez, junto a un grupo de lanceros que por la vía de los manglares fueron rodeando al Castillo San Felipe de Puerto Cabello, (Fortaleza en poder de los españoles) para luego en la madrugada sorprender con gran éxito en la noche del 7 al 8 de noviembre, otorgando una capitulación honrosa al General Sebastián de la Calzada, quién entrega a Páez su espada como símbolo de rendición total de las fuerzas españolas. Esta fue la última acción de armas de nuestra guerra de independencia.

Más tarde este Castillo Libertador o San Felipe se transformó en prisión durante la dictadura de Cipriano Castro y del General Juan Vicente Gómez. Entre los presos de esa época figuran: Andrés Eloy Blanco y Jóvito Villalba, entre otros.
Hoy en día el Castillo Libertador está bajo la jurisdicción de la Base Naval Agustín Armario de Puerto Cabello y es considerado uno de los más importantes monumentos históricos de la de la ciudad.



En honor a esos lanceros (unos 500 hombres) de Páez, que tomaron por asalto el Castillo San Felipe para poner fin a las batallas de la independencia, tenemos La Calle Los Lanceros que de alguna manera su calle y paredes nos hablan y no dejan que olvidemos esa heroica hazaña de la madrugada de aquel 8 de Noviembre de 1823.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Aniversario Poblacion La Nueva Haba




 

Hoy, 1 de noviembre de 2013, se cumplen 43 años desde que se iniciará una de las experiencias más desarrolladas de organización popular de la historia de Chile. Un día como hoy cerca de 1500 familias de sin casas dieron origen al Campamento Nueva La Habana.
La mayoría de estas familias provenían de las tomas de terrenos: Ranquil, Magaly Honorato y Elmo Catalán, todas realizadas durante 1970, en asociación con dirigentes del MIR. 

Entre 1970 y 1973, en Santiago los pobladores sin casa protagonizaron más de 300 tomas de terrenos, en ellas participaron más de 400 mil pobladores, es decir, casi un 25% del total de la población santiaguina. Vale decir, la organización y lucha del Campamento Nueva La Habana fue parte de un gran movimiento de pobladores que junto al Gobierno de la Unidad Popular buscó transformar nuestra injusta sociedad. 

Se trataba de conseguir colectivamente lo que el sistema negaba: vivienda, salud, educación, trabajo, justicia, es decir, una vida mejor, lo que en la época se llamó “socialismo”.
Como en todo proceso social existieron límites y errores, pero en lo fundamental Nueva Habana representó la construcción real de una vida diferente, donde los trabajadores dejaron de ser “objeto” de la política (que esperaba soluciones de la elite) y se transformaron en “sujetos” de la política (solucionando sus problemas sociales de forma directa y exigiendo legítimamente al Estado su acción). 

Así surgieron organizaciones como los comités de sin casas que se agrupaban en comandos de pobladores que luchaban por sitios y viviendas, realizando movilizaciones y tomas de terrenos. Luego en los campamentos nacieron los “frentes” de salud, educación, trabajo, abastecimiento, justicias, etc. Múltiples formas de “democracia directa” donde el pueblo era protagonista en la solución de sus problemas. 

Actualmente vivimos bajo un sistema “democrático”, acordado por La Derecha (pinochetista) y La Concertación a fines de los años 80, donde el poder quedó restringido a la “clase política”, dicho en buen “chileno”: se repartieron la “torta” excluyendo a las grandes mayorías de las decisiones fundamentales.